Anatoly Kárpov

Anatoly Kárpov, «Tolia» para los amigos, nació en Zlatoust, Rusia, en plenas montañas de los Urales, el 23 de mayo de 1951.




Aprendió a jugar al ajedrez a los 6 años, aunque nunca fue un niño prodigio. Cuando tenía 13 años fue entrenado por el antiguo campeón del mundo Mijaíl Botvínnik y a los 15 años consiguió el título de maestro soviético en un torneo celebrado en Leningrado (hoy San Petersburgo). Ingresó en la Universidad de Moscú donde estudió ciencias económicas, inglés y español. Fue, en su época, el jugador más joven que ha conseguido el título de maestro soviético. En 1967 se proclamó campeón de Europa Junior.

En 1968 ganó la Spartakiada con 10 puntos de 11. Entrenado por Simón Furman consiguió progresar rápidamente. Su primer torneo internacional lo jugó por un error de la Federación Soviética, que le mandó a jugar un torneo en Checoslovaquia sin darse cuenta de que el torneo era Sénior y no Junior, pero como estaba inscrito jugó y ganó el torneo sin perder una sola partida. Tras de ganar el Campeonato del Mundo Junior en 1969, Kárpov consiguió una serie de éxitos en grandes torneos de ajedrez, y obtuvo el título de gran maestro internacional en 1970, en un torneo en Caracas. Se cuenta que en esta época, ante la amenaza que suponía Fischer para la hegemonía soviética la URSS buscó un nuevo campeón mundial. Tras sus éxitos en varias Spartaquiadas, el campeonato de la URSS, el memorial Aliojin (por delante de Spassky) y Hastings (junto con Korchnoi), Kárpov surgió como la nueva figura a apoyar con todos los medios. En 1971 jugó en Moscú el Memorial Aliojin, en el que se encontraban los mejores jugadores del mundo, salvo Fischer. Había cuatro campeones del mundo: Smyslov, Tal Petrosian y Spassky. Kárpov ganó este torneo sin perder ninguna partida. Las autoridades soviéticas tuvieron claro quién habría de ser el próximo campeón del mundo. Además Kárpov era de origen humilde, por lo que encarnaban perfectamente el ideal soviético.

En 1973 es segundo tras Géller en Budapest, derrota a Spassky en la Spartaquiada, y gana, empatado con Korchnoi, el interzonal de Leningrado. El campeonato de la URSS de ese año fue uno de los más fuertes de la historia. Quedó segundo, tras Spassky. Fue declarado el mejor jugador del año. En 1974 ganó el torneo de Candidatos, tras derrotar a Polugaievsky, Spassky y Korchnoi. Así se convirtió en el aspirante oficial al Campeonato del Mundo que detentaba el gran maestro estadounidense Bobby Fischer. Cuando Fischer rehusó jugar contra Kárpov, la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) le proclamó campeón del mundo, por incomparecencia. Durante los siete años siguientes Kárpov ganó siete primeros premios en grandes torneos y en 1978 y 1981 defendió con éxito su título mundial ante Víktor Korchnoi. Al haber sido campeón sin jugar se dudaba de la legitimidad de su corona, pero en los diez años siguientes jugó cuanto torneo de relieve le permitía su agenda, sólo en una ocasión no quedó entre los dos primeros puestos. Ha sido, sin duda quien más torneos de primera línea ha ganado en toda la historia del ajedrez. Su superioridad era tal que ya nadie dudaba de que era el mejor.

Durante esta etapa su más encarnizado rival fue Korchnoi. El mundial de 1974 comenzó en un ambiente de gran camaradería, pero terminó muy enconado. Korchnoi se quejaba, no sin razón, de que Kárpov tenía mejores medios, proporcionados por las autoridades soviéticas. Poco después Korchnoi pedía asilo político en Amsterdam y la rivalidad se convirtió, también, en política. En este ambiente se jugó el mundial de 1978, que se jugó con acusaciones de guerras psicológicas, hipnotizadores, espiritistas, instrucciones camufladas en yogures, y un odio acérrimo que se trasluce en cada jugada. El encuentro se jugaba a seis victorias y las tablas no contaban. El marcador se puso en 5 a 1 a favor Kárpov, pero Korchnoi reaccionó y en la partida 31 empató el encuentro. La partida decisiva la ganó Kárpov, después de 93 días y 32 partidas. Aún debían enfrentarse en 1981, pero la superioridad de Kárpov ya era más clara.

En 1984 Kárpov enfrentó a Gary Kaspárov con título mundial en juego. Ambos jugadores jugaron un ajedrez brillantemente durante todo el evento, pero tras 6 meses y 48 partidas, el enfrentamiento se suspendió. Alegando cansancio por parte de los dos jugadores el Presidente de la Federación Mundial de Ajedrez, Florencio Campomanes, repentinamente canceló la contienda sin coronar a un ganador. El encuentro se reanudó al año siguiente y Kaspárov venció a Kárpov proclamándose campeón mundial. Los intentos de Kárpov de reconquistar el campeonato a Kaspárov en 1987 y 1990 no tuvieron éxito. En 1993 Kárpov no consiguió calificarse como aspirante para disputar el encuentro por el campeonato del mundo.

En 1994 Kaspárov y el aspirante británico Nigel Short abandonaron la FIDE y jugaron para una organización rival, la Asociación de Profesionales de Ajedrez (PCA); Kárpov jugó un encuentro autorizado por la FIDE contra Jan Timman, de los Países Bajos. Kaspárov y Kárpov ganaron sus respectivos encuentros y ambos reclaman el título de campeón del mundo. Se substanciaba, así, un cisma en el ajedrez que ha durado hasta el 2003.

En 1994, en el prestigioso torneo internacional de Linares, España, Kárpov terminó en primer lugar sin perder un solo juego, uno de los mayores éxitos de su carrera. Hasta 1995, en que volvió a ser campeón absoluto, había ganado más de mil torneos, algo inigualado por otro jugador de ajedrez.

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